25N: Mujer y violencia machista. ¿Dónde estamos las mujeres con discapacidad?

Éste es el reclamo de ECOM del 25N de este año y también el título de la jornada que organizamos el 22 de noviembre para reflexionar sobre la no respuesta por parte de las políticas públicas a las violencias específicas que sufren las mujeres con discapacidad

Bajo el título ‘Mujer y violencia machista. ¿Dónde estamos las mujeres con discapacidad?' el pasado 22 de noviembre, y enmarcada en la conmemoración del Día de Eliminación de la Violencia hacia la Mujer, ECOM organizamos una jornada con el objetivo de reflexionar, con voces expertas y agentes de la lucha por la igualdad de género de las mujeres con discapacidad, en torno a las políticas públicas que los gobiernos y las administraciones están impulsando para potenciar los derechos de las mujeres y para luchar por la eliminación de las violencias hacia ellas, y cuestionar si estas están dando respuesta a las problemáticas específicas de las mujeres con discapacidad o, por el contrario, estamos quedando excluidas.

La jornada contó con la participación de Neus Pociello, directora ejecutiva del Instituto Catalán de las Mujeres, que realizó la apertura institucional; y las intervenciones de tres mujeres con discapacidad referentes del activismo por los derechos de las mujeres con discapacidad y la igualdad de género: la Rosa Conca, técnica de promoción de igualdad y activista social por los derechos de las personas con discapacidad, y la Eugenia Bretones, politóloga y vicepresidenta segunda del Consejo Nacional de Mujeres de Catalunya. La moderación de la jornada corrió a cargo de Carme Garrido, Carme Garrido, psicoterapeuta, presidenta de la Asociación Entretots y secretaría de ECOM.

Las mujeres con discapacidad sufrimos violencias únicas y diferenciadas que requieren una respuesta específica

“Si no existe una mirada interseccional, y tiene un impacto, se acaban generando políticas neutras que dejan atrás a las mujeres con discapacidad”, afirmó Neus Pociello, en la apertura institucional de la jornada, remarcando la necesidad de llevar a término estudios con perspectiva de género e interseccional que permitan entender cómo los ejes de opresión que atraviesan a las mujeres con discapacidad generan experiencias únicas y diferenciadas que piden de una respuesta específica que pueda abordar estas complejidades.

En esta línea, hizo mención al estudio de las violencias machistas de las mujeres con discapacidad, impulsado por el Instituto Catalán de las Mujeres y el Observatorio de Igualdad de Género de Cataluña, consciente de ese vacío de información y conocimiento de la realidad específica de las mujeres con discapacidad. Un estudio que, según dijo, demostró que el 20,7% de las mujeres con discapacidad sufren violencias físicas y sexuales, frente al 3,8% del resto de mujeres que carecen de esta diversidad funcional. Y que estas violencias toman un grosor importante en el ámbito familiar, ya que el 30% de estas violencias machistas.

Pociello explicó que justamente por eso, para garantizar la equidad de acceso a los recursos y oportunidades, acaba de crear el nuevo protocolo Marco de las violencias machistas, que ya se ha trabajado desde esta perspectiva de reconocimiento de la diversidad de las mujeres y de equidad en esta garantía de derechos. Un protocolo que ha visto la luz esta semana.

Las mujeres con discapacidad acumulan más violencias. La discapacidad es un eje más de opresión dentro de la interseccionalidad

Tal como apuntó Eugenia Bretones en su intervención, las mujeres con discapacidad acumulamos más violencias por tener discapacidad, ja que "la discapacidad es un eje de opresión más dentro de la interseccionalidad".

La infantilización, la violencia psicológica, por la falta de valor en su palabra, la violencia sexual, la violencia simbólica o estructural, de las administraciones, la violencia económica (las mujeres con discapacidad tenemos una mayor brecha salarial y una tasa de paro más alta también que los hombres con diversidad funcional), las violencias digitales y las del miedo...

Haciendo mención a la macro encuesta del Gobierno del año 2019, Bretones explicó que las mujeres con discapacidad tienen más violencia sexual fuera de la pareja y casi el doble dentro de la propia pareja. "Por eso la dimensión interseccional debe estar, cuando planteamos protocolos, programas, para garantizar una mirada, una formulación de soluciones con mirada interseccional", dijo. “Tenemos las leyes. El gobierno catalán es de los más avanzados en esta materia. Tenemos la ley de igualdad entre hombres y mujeres, la ley por la igualdad de trato y no discriminación y la ley 11/14 del derecho de expresión de las personas LGTBI y otros. Tenemos leyes suficientes, pero deben ir acompañadas de presupuestos y de una evaluación, que no hemos tenido hasta ahora”, añadió.

A la hora de nombrar estas violencias es necesario cambiar el paradigma e incorporar la voz de las mujeres con discapacidad en el análisis de las posibilidades de alternativa de las políticas públicas para solucionar las violencias de género, tal y como apuntó Bretones.

El contexto social que hemos heredado tiene un imaginario social que naturaliza la violencia contra las mujeres con discapacidad y si no luchamos contra los estereotipos culturales, sociales y económicos que piensan que la discapacidad es una dimensión de devaluación de la persona, seguimos perpetuando la violencia estructural ya mencionada.

Agenda feminista y políticas públicas: “Si no se nos llama se nos está echando”

En la jornada se planteó también la situación de la falta de espacio en las agendas feministas, al igual que la invisibilización de derechos de las mujeres con discapacidad en las políticas públicas porque tenemos diferentes necesidades que las mujeres sin discapacidad.

“Si no se nos llama según el principio básico del feminismo “lo que no se llama no existe” se nos está echando”, dijo Rosa Conca, activista social comprometida por los derechos de las personas con discapacidad. “Debemos estar y por eso es necesario que nos creemos que somos mujeres con derechos. El papel de las entidades es muy importante y es necesario crear grupos de apoyo de mujeres, que las mujeres estemos en las Juntas y formar a los socios y socias en perspectiva de género y violencias machistas”, añadió.

Cuenca puso de manifiesto la necesidad de leyes y profesionales formados “sino estos derechos se vulneran y son invisibles para nosotros mismas, las mujeres con discapacidad. Si estamos solas, como es la situación de muchas de nosotros, no nos quejamos y no sentimos que podamos cambiar nada. Debemos entender los derechos que tenemos. Debemos recibir información sobre cómo y cuándo podemos denunciar debemos saber cuándo somos violentadas, sea por quien sea”, remarcó.

En esta línea, Bretones comentó también que “sin la voz de una persona, de una mujer con discapacidad funcional, tú desde un despacho no puedes incorporar el protocolo de tu responsabilidad a esa dimensión que las mujeres con discapacidad necesitan para vivir con dignidad e igual que una mujer sin discapacidad.”

La accesibilidad en la protección y el rescate

Cuando una mujer ha sido víctima de violencias machistas hay que realizar un trabajo de aceptación y debe ser auxiliada, por eso, es importante que no encuentre barreras para ser ayudada si hay que tener una atención rápida, apuntó Rosa Conca. Remarcó también que “en nuestro caso es imprescindible que sea el agresor quien tenga que marcharse y no la víctima, porque muchas mujeres con discapacidad necesitamos sillas y máquinas de salud, y toda la accesibilidad que tienes tú en tu casa no te la puedes llevar; por tanto, el agresor es quien debe irse”.

En esta línea, Bretones afirmó que “se da una reiteración de la agresión a la mujer con discapacidad porque no existe un sistema de atención a la víctima para personas con discapacidad, y por tanto, no se está preparado por a esta salida”.

Todos estos factores, según nos comentó en la jornada, hacen que sea muy difícil creer en la efectividad de la denuncia en caso de sufrir violencia machista. "Es muy difícil creer en la ayuda de las instituciones cuando existen barreras arquitectónicas en la propia calle y en la ciudad", se comentó.

La jornada puso en evidencia que es imprescindible la perspectiva de las mujeres con discapacidad para tener en cuenta sus necesidades específicas cuando son víctimas de violencias y necesitan medidas de evacuación o protección. Y volvió a hacer visible el reclamo de que los equipos y servicios deben ser accesibles para todas las personas, incluidas las mujeres con discapacidad.