El Síndic pide el cierre progresivo y una transformación de los centros de educación especial

Hace cuatro años que se aprobó el decreto de educación inclusiva, pero todavía no se ha desplegado. Ante esta situación, el Síndic de Greuges de Catalunya ha elaborado el informe La educación inclusiva en Cataluña, que señala los principales obstáculos que impiden el desarrollo completo del decreto.

El Síndico de Greuges de Catalunya pidió la semana pasada en una rueda de prensa el cierre progresivo de los centros de educación especial (CEE) y su transformación para hacer efectivo el modelo de educación inclusiva en Cataluña. Para hacerlo, proponía un plan general de cierre y de transformación de los CEE que supongan la reducción como mínimo de un 70% del alumnado en estos centros, que en los últimos años ha incrementado en vez de reducirse.

El Decreto 150/2017, de la atención educativa al alumnado en el marco de un sistema educativo inclusivo, partía de la base que la intervención, siempre que fuera posible, debía llevarse a cabo en la escuela ordinaria. De este modo, todos los alumnos pueden recibir una educación de calidad y se puede garantizar la universalidad y la no-discriminación en el derecho a la educación.

Las carencias de la educación inclusiva

Aun así, el Informe del Síndico establece varias carencias en la educación inclusiva que dificultan el despliegue de la educación inclusiva en el territorio, no solo en lo referente a recursos, sino también en la necesidad de un cambio cultural entre el profesorado y las familias.

La falta de recursos, sobre todo personales, y la saturación y la carencia de intervención de los EAP, el despliegue todavía insuficiente de los recursos del SIEI o la insuficiencia de personal de atención educativa en los centros son déficits estructurales que dificultan la atención adecuada al alumnado con necesidades educativas especiales en los centros ordinarios.

Pero los obstáculos en el despliegue del decreto de educación inclusiva, no solo son referentes a la carencia de recursos, puesto que a pesar de que en los últimos años el Departamento de Educación ha incrementado el presupuesto para educación inclusiva, este incremento no se ha visto trasladado a un avance en la implementación del modelo de educación inclusiva. Además, estos obstáculos también se encuentran en la percepción que tienen profesores y familias de la educación inclusiva.

Por un lado, parte de los profesores continúa considerando que la educación inclusiva afecta solo al alumnado con necesidades educativas especiales, que la atención de estos alumnos es responsabilidad principalmente del personal de apoyo y que su inclusión depende de los apoyos específicos adicionales, sin necesidad de modificar nada más.

Por otro lado, las familias de alumnas con necesidades educativas especiales son reticentes al modelo de educación inclusiva porque piensan que con la escolarización en centros de educación ordinaria no les proporcionarán una atención especializada suficiente.

Entre otras carencias, el informe también detecta prácticas de segregación interna en determinados centros educativos ordinarios, desigualdades de acceso al ocio educativo o carencia de apoyos educativos y de formación del personal educador, entre otros.

Las recomendaciones del Síndic de Greuges de Catalunya

Ante esta situación, el Síndic hace una serie de recomendaciones para impulsar un cambio de mirada en el profesorado y las familias. En este sentido, recomienda programas de formación para el profesorado y a los profesionales de apoyo de los centros sobre el modelo de inclusión.

También recomienda aumentar la coordinación entre los diferentes actores que intervienen en la aplicación del modelo de educación inclusiva, la mejora de la provisión de recursos destinados a la aplicación del modelo de educación inclusiva o la participación de los niños y adolescentes con necesidades específicas al ocio educativo.