Cerca de 90.000 personas defienden los derechos de las personas con discapacidad en Madrid

Alrededor de 90.000 personas procedentes de toda España reclamaron ayer domingo en las calles de Madrid que se respeten los derechos de las personas con discapacidad y sus familias, en una multitudinaria marcha convocada por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), a la que se adhirieron decenas de entidades, entre ellas ECOM. El acto concluyó con las palabras de Yannis Vardakastanis, presidente del Foro Europeo de la Discapacidad, y del presidente del Cermi, Luis Cayo Pérez Bueno, así como con la lectura de un manifiesto por parte de varias personas con discapacidad, en el que el colectivo hizo "una llamada de socorro masiva".
Bajo el lema 'SOS Discapacidad. Derechos, Inclusión y Bienestar a Salvo', la marcha, que discurrió en un ambiente festivo y reivindicativo, partió a las 12.00 horas desde la calle Goya esquina con Príncipe de Vergara y finalizó en los Jardines del Descubrimiento, en la Plaza de Colón, que quedó desbordada y no dio abasto para acoger a las miles de personas que, a pesar de las bajas temperaturas, salieron a la calle para reclamar sus derechos.
Vardakastanis apeló a "otras soluciones" para salir de esta crisis, provocada por los gobiernos y los bancos, pero que afecta, sin embargo, a los más desfavorecidos. Por eso destacó la importancia de la unidad y de salir juntos a la calle, como ocurrió este frío domingo en Madrid.
"Si estamos unidos, ganaremos esta batalla", insistió Vardakastanis, quien recordó al movimiento español de la discapacidad que no está solo, porque cuenta con el apoyo del sector europeo de la discapacidad, que también este domingo protagonizó marchas en defensa de sus derechos.
PACTO DE ESTADO POR LA DISCAPACIDAD
Por su parte, el presidente del Cermi fue el encargado de cerrar el acto, que terminó con una suelta de globos y con una llamada a los políticos para impulsar un "pacto de Estado por la discapacidad":
Pérez agradeció su presencia a los "más de 50.000 asistentes", que consiguieron que la madrileña plaza de Colón estuviera "a rebosar" y que se viera que en España "hay ciudadanía" y "sociedad civil organizada".
"Subidón, subidón", gritó Pérez, quien tuvo también palabras de agradecimiento para los 800 voluntarios que consiguieron que los 500 autobuses llegados de toda España y las decenas de miles de personas que llenaron las calles del centro de Madrid lo hicieran sin incidentes.
A este respecto, el presidente del Cermi dijo que la próxima marcha será, "quizá", en Bruselas o en Berlín, "para que la señora Merkel se entere de que hay 80 millones de personas con discapacidad en Europa y de que no se puede asfixiar a los países, que se ahogan".
Pérez pidió un "Pacto de Estado" a los principales partidos políticos para asegurar los derechos de los cuatro millones de ciudadanos con discapacidad que viven en España hasta el año 2020.
MANIFIESTO
Conducido por el periodista con discapacidad física Juan Antonio Ledesma, que ya casi sin voz recordó a los políticos que a las personas con discapacidad no les gustan "las tijeras", el broche final de la marcha contó, como plato fuerte, con la lectura del manifiesto elaborado por el Cermi.
La proclama tuvo como hilo conductor la llamada de "socorro masiva", un "SOS" alto y claro, del colectivo a los políticos: "Lanzamos en vísperas de nuestro Día Internacional y Europeo un SOS colectivo, una llamada de socorro masiva, coreada por miles de mujeres y hombres, con discapacidad y sin ella, pues lo que hemos logrado en términos de derechos, inclusión y bienestar en estos últimos 30 años, todavía muy insuficiente y todavía muy precario, amenaza ruina", reza el texto.
"Teníamos que estar celebrando una fiesta, y nos vemos en la obligación de asistir a un duelo", prosigue el documento, leído por Teresa Perales, usuaria de silla de ruedas; Luis Castro, joven con síndrome de Down; Laura López, joven con discapacidad auditiva; Mercedes Pérez, representante del área de Género del Cermi, también con discapacidad auditiva; María José Alonso, madre de una persona con autismo, y Alicia Villarejo, niña con discapacidad visual.
Y es que las miles de personas con discapacidad que se concentraron este domingo en Colón se niegan "a desaparecer" y por eso se "rebelan", eso sí, "pacífica y constructivamente", aunque "con la contundencia del que tiene razones y motivos de sobra".
El documento redactado por los ciudadanos con discapacidad argumenta que los últimos han sido años "de políticas tóxicas y de decisiones socialmente crueles, en todos los niveles -europeo, nacional, autonómico y local-, que parecen cebarse con los más frágiles"
Estas "políticas tóxicas", asegura el manifiesto, "están acabando de lleno con las todavía humildes cotas de inclusión y participación alcanzadas por las personas con discapacidad y sus familias con tanto esfuerzo en estas últimas décadas".
Los ciudadanos con discapacidad reconocen haber sido "pacientes" hasta ahora, pero eso no supone, subrayan, que sean "pasivos ni menos aún, sumisos". "Ser pausados", aseveran, "no significa que toleremos agresiones como las que se están produciendo".
AGRESIONES
Entre estas agresiones, denuncian, está el "incumplimiento sistemático y estructural" de muchas de las leyes aprobadas para defender sus derechos, el aumento de la pobreza y la exclusión, de por sí alta, entre las personas con discapacidad, que se enfrentan además a un sobrecoste de hasta un 40% a la hora de adquirir los mismos productos y servicios que los demás ciudadanos, y el "abandono" de los apoyos para la familia.
El trabajo es también una fuente de preocupaciones para el colectivo, que sabe que más de 60.000 empleos de los 2.000 centros especiales que hay en toda España "pueden desaparecer mañana mismo, por la reducción drástica de los apoyos públicos".
"Este mismo riesgo", agrega el texto, "corre el empleo en el entorno ordinario, que decrece cada mes que pasa, o el empleo con apoyo, que subsiste como puede, sin apenas ayuda oficial".
Junto al trabajo y la familia, el sector de la discapacidad se queja de la accesibilidad, que, a su parecer, tiene todavía mucho que mejorar.
"Baste citar la vergüenza de una ley de propiedad horizontal que encierra todavía en sus casas a miles de personas con discapacidad y mayores, para quienes su vivienda no es un hogar sino una cárcel", reza la proclama, que relata también la decepción del sector ante la aplicación de la Ley de Dependencia.
Mucho tiene, igualmente, que mejorar a juicio del colectivo de la discapacidad el sistema educativo, ya que en él "la inclusión real del alumnado con discapacidad es solo una mera declaración, sin traducción práctica ni contenido efectivo en la mayor parte de las ocasiones, y que condicionará para mal toda la vida de la persona con discapacidad".
La "ausencia de un verdadero espacio sociosanitario, tan proclamado como inexistente", la desaparición de los programas de atención temprana para niños con discapacidad, una prestación ortoprotésica "obsoleta y pobre" y la doble exclusión que viven las mujeres y niñas con discapacidad, especialmente las residentes en el medio rural, son otros de los aspectos que denuncia el manifiesto.
La proclama, titulada 'SOS discapacidad. Derechos, Inclusión y Bienestar a Salvo', finaliza con una afirmación de derechos y con un aviso: "Hemos dejado de ser las víctimas fáciles de la historia y de la vida en sociedad, para ser también coprotagonistas de la misma. Por eso nos movilizamos".
Fuente: Crónica Social