El recorte detiene las ayudas a los dependientes moderados

Las personas con una dependencia moderada tendrán que esperar. Las sospechas de las entidades sociales se han hecho realidad con la llegada del PP al gobierno español y la ley de la dependencia, una de las normas estrella del gobierno de Rodríguez Zapatero, se ralentiza y, sin dejar de atender a las personas que ya están dentro del sistema, el segundo consejo de ministros presidido por Mariano Rajoy decidió posponer hasta el 2013 la atención a más dependientes moderados. Se calcula que en todo el Estado serán unas 30.000 personas las que verán pospuesto el derecho a recibir una prestación o servicio, según datos de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales.

En el caso de Cataluña no hay ninguna estimación de los afectados. Sí que hay 44.900 personas ya valoradas con dependencia moderada antes del 30 de diciembre y, por tanto, deben ser atendidas. Según el último balance de Bienestar Social y Familia, 44.904 personas se encuentran en el grado I nivel 1 y 33.517, en el grado I nivel 2.

Vista la falta de recursos, el consejero de Bienestar Social, Josep Lluís Cleries, ya había propuesto hace un año a la entonces consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Leire Pajín, que se aplazara la entrada en el sistema de protección al grado I . "Tenemos que asegurar que la gran dependencia y dependencia severa esté plenamente atendidas", dijo entonces. Pajín, sin embargo, quiso cumplir el calendario de despliegue de la ley y desde enero de 2011 los dependientes moderados se podían acoger. Cleries lamenta que ahora haya "un agravio comparativo", porque aunque los valorados antes de enero tienen las ayudas, ahora se ha cerrado el grifo hasta enero de 2013, como mínimo.

Se considera que una persona tiene dependencia moderada cuando necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día, o tiene necesidades de apoyo intermitente o limitado para su autonomía. En la mayoría, por tanto, les corresponde una ayuda poco costosa; habitualmente se trata de un servicio de teleasistencia.

"Hemos pasado de las tentaciones a la evidencia de que el nuevo gobierno quiere paralizar o retardar una ley que siempre ha estado en entredicho", se queja el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luis Cayo. "Los discapacitados llegaron tarde a la bonanza económica y son los primeros en sufrir las consecuencias de los malos tiempos. Es una ecuación curiosa ", añade.

La ley de la dependencia entró en vigor hace cinco años atendiendo a los discapacitados más graves. Ahora se rompe la aplicación progresiva de beneficiarios que debía terminar en 2015.

Fuente: Avui, 5/01/2012